Lo sé, no tengo perdón. Dije que volvería pronto y como diría la farruca entre ponte bien y estate quieta mi vuelta se ha prolongado cuatro meses más de lo esperado. Que no cunda el pánico y no se me envalentonen que mediante este blog bien he demostrado que lo mio no son cumplir promesas. Tampoco os vayáis a creer que mi vuelta tardía se debe a mi estrenada maternidad…¡qué va! Pereza simplemente se llama y de eso, creedme, entiendo mucho. El único y exclusivo motivo de que vuelva a sentarme delante de un ordenador para contar mis aventuras y desventuras no es otro que la motivación por dejar mi puesto como empleada pública para dedicarme única y exclusivamente a promocionar con mi valía todos los productos que se precien. Que sí, que sí…TODOS. Ahí, viviendo al límite. Tal propuesta no os vayáis a creer que es la conclusión de una profunda reflexión, ni mucho menos. Simplemente, hace cosa de una semana mientras ojeaba una revista leí en un artículo que la media de cobro por post patrocinado rondaba los 200 euros y claro una que se considera avispada pero también corta de reflejos acaba de pillar que ese es el futuro. Más vale tarde que nunca que diría el tan recurrido refranero español. Así que aquí me hallo señores publicistas.
El abanico de posibilidades que les ofrezco es grandísimo: una familia tildada con toque gitano ( de ahí su parecido a los farruquitos), un marido que sigue haciendo de las suyas con su lento ritmo y su inicio en el mundo del entrenamiento personal que miedo me da que acabe cual Eufemiano Fuentes escondiendo entre la compra ricas bolsas de sangre y un hijo…ayyy, qué hijo, clavadito a la madre pero más listo y guapo si cabe ( ahí, ahí andamos). Y luego estoy yo. La que promete renovarse o morir y acaba de entrar a formar parte de la dichosa secta de la cual tanto he despotricado. Si, señores, he comenzado a CORRER. Bueno, la verdad es que así dicho parece que aspiro a hacer podium en el siguiente maratón, así que para no crearos grandes expectativas corrijo y os digo que LA SEMANA PASADA empecé a CORRER. Mañana os lo cuento porque mi nueva andadura no tiene desperdicio. Buenos días y re- bienvenidos ( los que quedéis).