jueves, 22 de diciembre de 2011

¿Sígueme, mi amor?

El fin de semana pasado me fuí de compras.
Bueno, miento. Lo intenté. Pero cometí el error de pedirle a mi hombre que me acompañara.Porque después de siete años juntos a veces sufro lapsus y me olvido de que mi hombre NO me acompaña, mi hombre ME PERSIGUE.





Visualicemos.

Joven matrimonio, guapos, simpáticos ( ejem, ejem..) y residentes en las Vascongadas, caminan por la calle conversando ( ella más que él, para qué negarlo)en PARALELO. Ella observa una tienda de la industria Inditex, que no es objetivo para búsqueda de regalo navideño, pero que como viene siendo costumbre siempre es necesario un recorrido por si Amancio ha hecho el favor de traer nuevas novedades. La pareja se dispone a entrar en la tienda y el hombre del joven matrimonio como impulsado por una fuerza externa, se posiciona detrás de la fémina a modo de " follow de lider, lider, lider, follow de lider...sígueme!!".

Ella, como es vieja conocida de la tienda en cuestión y conoce a la perfección la situación de cada una de las prendas, entra por la derecha en primera, mete segunda, tercera y va acelerando haciendo caso omiso a las prendas ya conocidas. El hombre por miedo a perderla de vista le sigue sin prestar excesiva atención a lo que ella va visualizando y de repente, ella, que observa material nuevo en las perchas de un nuevo rincón, para en seco, con tal mala consecuencia que el hombre distraido choca contra ella y ambos se desastibilizan estando a punto de caer.


-¿Por qué me sigues?
- ¿Seguirte? yo no te sigo, voy contigo.
- No vas conmigo, vas DETRÁS mio. Si al menos me agarraras podríamos marcarnos un tren chu-chú y amenizar al personal.
- ¿Perdona?


La fémina opta por ignorar el comportamiento mientras sigue sintiendo su aliento en su nuca.

- ¿ Te gusta este vestido?

Ante este tipo de preguntas el hombre tiene registradas tres tipos de respuestas:

- Está bien ( es decir, le gusta)
- Si a tí te gusta... ( no le gusta)
- Es que así visto...igual puesto..( le horroriza)

Acuden al probador. Ese lugar al que el hombre entra con una gran incertidumbre (¿habrá o no habrá grandes sofás para sentarse?). Y entonces los divisa. Grandes sofás blancos en los que poder sacar la BB mientras ella se prueba vestidos, sale, pregunta, ignora la respuesta y acaba comprándose lo que a ella y sólo a ella le convence.

Salen de la tienda y la mujer ya va enfadada con el comportamiento del hombre y el hombre totalmente desconcertado porque no recuerda haber hecho nada para enfadarle a ella.

¿Os suena?

En fin.


Felices fiestas a tod@s. A disfrutar.


Besos

lunes, 19 de diciembre de 2011

Dono mi día: 19 diciembre



Tenía pensado contaros mi fin de semana. Hablaros de lo desastroso que resulta mi hombre, de la última ocurrencia de la Farruca o seguir presentándoos a mi familia política.
Pero habrá tiempo.
Hoy no os contaré nada de eso, hoy simplemente, me uniré a una cadena promovida por UNICEF. Prometo que no se trata de ninguna de esas cadenas que si sigues leyendo y no cumples te caerá una maldición o hará que camines a la pata coja el resto de tu vida. No. Esto es mucho más sencillo. Una opción más para aportar nuestro granito de arena. Un pequeño gesto.

Unicef ha puesto en marcha la campaña DONA 1 DÍA

200 millones de niños y niñas menores de cinco años que sufren desnutrición crónica
El 13% de niños y niñas menores de cinco años sufren desnutrición aguda y están en riesgo de muerte.
Los primeros 1.000 días en la vida de un niño son importantísimos para su desarrollo.


Hoy, 19 de Diciembre, dono 1 día en 3 pasos:

1. Conéctate a tu Twitter o Facebook y difunde la noticia! #cadenabloggerdonaundia

2. Haz tu colaboración. Manda un SMS al 28028 con la palabra CADENA seguida del nombre de tu cadena y tu donación se sumará a la cadena.

3. Y por último, compártelo!

Si solo tres personas de las que me leen siguen la cadena, y mandan del mensaje,
se podrá llegar a 570 personas y gracias a ello se podrá tratar a 16 niños con desnutrición.

¿Te unes?

Gracias a Paula*, que por ella conocí la iniciativa!



* Blogger no me deja poner su enlace, pero sobran las presentaciones ( ¿quien no conoce a Olivia y sus jabones?)






Foto: Pinterest

martes, 13 de diciembre de 2011

El heredero ( I capítulo)


Dicen que el embarazo es el mejor estado para la mujer. Que todas estamos más guapas y que irradiamos algo especial. Perdonen que les sea tan clara y tan directa: y una mierda.




1-Para empezar, nadie, y repito al más puro estilo legionaria NA-DIIIEE, puede estar guapa si le quitan de su dieta diaria el cerdo. ¿Os habéis parado a pensar cuantas cosas provienen de él? yo no lo había hecho hasta que lo desterraron de manera cruel de mis comidas. Es más, cuando salí de consulta y me confirmaron que no podría ni oler el jamón ibérico le pedí a mi marido que sujetara firmemente mi mano y guardáramos un minuto de silencio por todos aquellos pobres cochinos que serían sacrificados en vano. Con lo fácil que se puede vivir sin verde. ¿Por quéeeee?.

2-Te avisan que posiblemente durante tu primer trimestre sufras ciertos síntomas típicos de tal estado gestacional. Tú, no te los crees demasiado y es más, presumes de que tu embarazo no puede ser más bueno, hasta que un día vas de copiloto en un coche y te ves en la obligación de tener esta conversación con tu marido que dura aproximadamente unos treinta segundos y dan para todo esto:

- Uyy, me estoy empezando a sentir mal..
- ¿Qué?
- Para el coche
- ¿Quéee?
- PARA EL COCHE, PARA EL COCHEEEEE !!!!!!
- ¿Pero por qué? ¿ qué haces? ¿ qué es eso? joderrr, qué asco!
- Si ya te lo decía ( te digo mientras clavas tu pupila en mi pupila)...debiste parar el coche.

***Moraleja: las bolsas de plástico en el bolso no solo sirven para salvar tu cardado de peluquería.

3- Los olores. Es como si tu sentido olfatorio nunca hubiera existido, como si por primera vez en tu vida te das cuenta de que el gran recipiente que tienes por nariz empieza a tener sentido. Y entras en una espiral horrible, que es capaz de hacerte creer que te estás volviendo loca por momentos. Todos tus ambientadores desaparecen, no soportas ningún tipo de olor, pero a la vez, detectas con tanta facilidad otros olores que necesitas que vuelvan a tu vida los ambientadores, y los quitas y los pones y los quitas y los pones y así entras en un horroroso bucle del que te ves a veces incapacitada para salir y temes acabar sentada en una esquina de tu casa abrazando tus rodillas, meciéndote y gimiendo mientras con la mirada perdida susurras aquello de: " no soy yo, son mis hormonas, no soy yo, son mis hormonas...".

4-Eres incapaz de ver Anatomia de Grey sin acabar todos ( y cuando digo todos, son TODOS) los capítulos llorando ( con su correspodiente hinchazón de ojos). Todo lo que me estoy ahorrando en cerdo, lo invierto en kleenex. Sólo a mí se me ocurre tragarme todas las temporadas de la serie de un tirón con mis hormonas ejerciendo tal poder sobre mi persona. Lo peor de tus lloros no es que se den en este tipo de series, si no que se prolongue a todos los momentos televisivos y te sorprendas a tí misma a moco tendido viendo Frank de la Jungla (no somos nadie).

Y así, podría seguir y seguir con una larga lista en la que debería añadir el sueño, las ganas de micción, la incomprensión ante la ropa premamá y un largo ecétera que resultaría interminable.

Y eso, que esto es sólo el principio.

Bendito heredero.
















miércoles, 7 de diciembre de 2011

Demasiada tontería



Yo, que compré un primer disco suyo porque me pareció que realmente merecía la pena y me sé todas las canciones de dicho álbum.

Yo, que fuí a un concierto suyo y tuve que soportar que no parase de tocarse el moño entre canción y canción reivindicando la masturbación femenina como si a esas alturas las allí presentes no fuéramos expertas en anatomía femenina.

Yo, que en ese mismo concierto, ví como hacía una clara apología al consumo de drogas y nos comentaba que se le estaban yendo por otro lado las rayitas.

Yo, que salí diciendo que era bastante impresentable pero que a pesar de ello, me gustaba su música.

Yo, que me compré su segundo disco con tan sólo una canción escuchada pero con la que me sentía tan identificada ( no subestimes a esta bicha aunque tenga poca chicha en su cintura..).

Yo, que sólo di tres oportunidades a ese álbum por parecerme malísimo.

Yo, que defiendo el uso de palabras mal sonantes cuando son necesarias y a veces tengo que escuchar que es mucho más fino un "jopetas" que un joder.

Yo, que siempre digo que hay días tontos y tontos todos los días.

Yo, que opino que esta tia, cuanto menos, es gilipollas.

Feliz puente.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Mis cuñadas y la fauna animal

Creo que nunca os he contado el amor de mi familia política por los animales.

Ojo, no me vayáis a mal interpretar, no seré yo quien decida a quien ama cada uno, Dios, o quien quiera que decida, me libre.

La cuestión, es que en la familia de mi hombre el número de animales son contabilizados como miembros familiares también, por tanto, su árbol genealógico, cuanto menos, es un tanto complicado.

El día que conocí a mi suegra hacía una extraña referencia a sus dos niñas. Yo, que siempre creí estar compartiendo vida y lecho con hijo único, miraba extrañada a esa mujer que se desvivía y mantenía angustiosas conversaciones con mis cuñadas. Las muy perras.



Mi relación con mis cuñadas perrunas era por decirlo de alguna manera muy correcta. Desde un primer momento, no mostraron gran alegría ante mi presencia ( algo normal, si tenemos en cuenta que me llevaba al único hijo varón del matrimonio) y yo, que siempre había deseado a unas cuñadas con las que compartir compras y no hueso, les hacía el caso justo. Aún así, me gustaba nuestra relación. Ellas no me daban besos de bienvenida, yo pasaba por alto su galopante alopecia al visitar mi sofá. Un trato perfecto.

Tras el fallecimiento de ambas y ante la incapacidad de concebir una vida de hijos únicos, la tia de mi santo marido ( madre de mi primo el perro) tuvo la brillante idea de aparecer un día en casa con otro miembro adoptivo: una gata. No, no, ella no podía haberle regalado un par de peces...noooo, ni tan siquiera una inofensiva tortuga, noo...ella tuvo que aparecer con una gata con una alta incapacidad de adaptación y malicia en proporciones similares. Una ilusión la mía.


Mi expresión al verla aparecer no fue otra que la mirar a mi hombre y comentarle que ese día conducía él, yo necesitaba alcohol para superar aquella comida familiar. Sabía la que se avecinaba en tales casos. Tocaba una tortuosa conversación que girara en torno a la raza no humana. Los asientos serían ocupados también por aquellos miembros no racionales y a modo de celebración se viviría el más puro canibalismo entre ellos comiendo parte del jamón jabugo que reinaba en la mesa. Un despropósito absoluto.

No me equivoqué. Nunca lo hago al respecto. Menos mal que al menos la gata nos salió revoltosa y ante la presentación de su primo el perro, éste emitió un ladrido a modo de saludo y la pobre felina al asustarse pegó tal salto desde los brazos de mi suegra que pasando por encima de mi persona ( no sabéis el susto, sentí que iba a ser atacada por momentos) fue a parar a las recién estrenadas cortinas de la casa para consecuentemente resbalar por ellas y dejar unas rajas preciosas nada acordes con la decoración del dulce hogar.

Ante el dramatismo de la escena, seguí sin levantar cabeza del plato, degustando mi txangurro y apurando la botella de vino como prometí previamente.

"Me gustaban más mis anteriores cuñadas"- pensé.

Ayyy...qué malo es esto de los amores perros.





















viernes, 2 de diciembre de 2011

Hola, ¿ estoy sola?

Si yo quería volver, os lo prometo.

Pero una cosa llevó a la otra y mi vida empezó a dar vueltas y vueltas, hasta dar giros de 180 grados inesperados que han cambiado el rumbo de mi rutina diaria. Os los iré contando, no os vayáis a creer que vuelvo sin mi egocentrismo habitual. Es más, supongo que como presagio a lo que me acontecería en los próximos meses, esta foto tomada en julio mientras lo daba todo con un mojito en mano ( con lo que yo soy de guardar composturas, una pena la mía, una gran pena...) escenifican de forma preciosa mi estado actual.





Todo va bien, gracias por vuestros emails, ruegos y preguntas. A partir del lunes, empezamos de nuevo. Y esta vez para quedarme. Amenazo.