jueves, 24 de marzo de 2011

De amores, bacinillas y otras operaciones.


Hoy hace dos años que me operaron del tabique nasal. Hoy, también, y desde hace dos años, me pregunto porqué no sucumbí al retoque estético ya puestos en faena, y sigo defendiendo la absoluta tontería de que una nariz grande aporta personalidad.

Para los que no me hayáis visto nunca en persona, soy de aspecto más bien caballuno.Aún así, he de decir en defensa de mi aspecto físico, que como leí en un libro hace tiempo, este tipo de mujeres podemos ser dividas en dos grupos. Cara caballuno tipo Celine Dion, y cara caballuno Sara Jessica Parker.


Yo, digamos,
que soy una mezcla entre esta última y Conchita. Teniendo en cuenta que Sara J. Parker fue considerada la mujer menos sexy del mundo según una revista masculina, tengo asumido hace tiempo que, sí, lo sé…estoy jodida. Pero bueno,que yo venía a hablar de mi operación, no de mi autodestrucción... al tema…

Como os iba diciendo…era la primera vez que me sometían a una operación. Recuerdo el despertar de la anestesia, como el mejor de los colocones de mi vida. Tenía una sensación tremenda de haber dormido unas 20 horas de siesta de sofá, pijama y manta y estaba eufórica. Demasiado quizá. De camino a la habitación estaba tan contenta que saludaba a todo aquel que me cruzaba por el camino ( creo que mi simpatía y esas ganas de exponerse a los demás también se debían a que desconocía mi aspecto postquirúrgico). Al llegar a ella, y ver toda la familia al completo ( por aquellos entonces ya habíamos pasado a llamarnos el clan Farruco) mi euforia alcanzó tan nivel que tenía la extraña sensación de haber resucitado y haber hecho un favor a los allí presentes.


Pero, pasaron los minutos y reclamé comida. Tenía mucha hambre. Las enfermeras, de forma amable, me indicaron que no podía comer todavía, antes debía orinar...En la cama. No me permitían levantarme y a modo de ofrenda, me dieron una bacinilla. A ver, cómo os lo explicaría yo. Cuando eres un hombre, la situación no tiene nada de complicada. Colocas, apuntas y disparas. Así de fácil. Cuando quien debe hacer uso de tal instrumento es una fémina, la cosa se complica. Debes colocarte el objeto en cuestión debajo del culo, mantenerte totalmente tumbada y si eres capaz, orinar. Si a eso le añadimos, en mi situación, que ninguno de los seis miembros que me acompañaban en la habitación hicieron amago ninguno de abandonarme y que cuando llamaba alguien preguntando por mi estado, la farruca era de lo más explícita ( " la operación bien, ha salido muy contenta, ahora, aquí estamos, a ver si mea"), aquello era todo un espectáculo.

Dado que mi estado de ánimo, ya había cambiado por completo y estaba de lo más gruñona, en uno de mis bufidos hice cual casa de GH que todos abandonaran la habitación y pude mear, dentro de las posibilidades, agusto.


Llegó la cena. Bueno, quien dice cena, dice cena SIN. Sin gusto, sin sal y sin hacer. Menos mal, que a esas alturas, ya todo el mundo se había ido a su casa y mi hombre se quedaba a pasar la noche.

-Cariño, tengo hambre-.
-Está todo cerrado, la cafetería hace tiempo que la cerraron y en las máquinas no hay nada-.
-Cariño, que tennnnngooo hambrreeeee-.
-Ayy, cansina. Ahora vuelvo, por no oirte..

Se me abrió el cielo. Mi hombre apareció a las doce de la noche con todo un arsenal de provisiones, a cada cual más nutritiva, conseguidas en una gasolinera. Y allí estábamos los dos. La hija ilegítima de Poli Díaz y su futuro marido, poniéndonos ciegos a chocolatinas y escondiendo las envoltorios para que las enfermeras no nos pillaran.

Llegó nuestra hora sin cámaras:

Jo, mi amor...eres tan grande....¿crees que me tenía que haber operado estéticamente la nariz?

No, mi reina, no es necesario. A mí me gustas de todas las maneras, no te hace falta.

Ayyy...gracias..jo, cuanto te quiero, es que te gusto hasta con estas pintas.

Ehhh...nooo. Yo no he dicho eso. Ahora, mi princesa, y sin que te ofendas, con dos tapones en la nariz, la cara hinchada, los ojos morados, y comiendo chocolatinas como una cerda, estás fea. Pero, fea de cojones.

Ah.....gracias.


Para que luego digan que el amor es ciego, y todo es cuestión de personalidad.

Já.



***Gracias a todas por los comentarios de la entrada anterior. Me habéis resuelto dudas. Sobre el blog, estoy en ello. Sobre el cuadrado de frutas, creo que tengo la idea. Si lo consigo, os lo comento.






13 comentarios:

  1. Me acuerdo de cuando te operaste! me rei tanto como hoy leyéndolo de nuevo! Qué bueno es empezar el día cuando te arrancan unas risas.
    Mari.

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  2. si, yo tb lo recuerdo... :)
    yo tuve que utilizar una bacinilla de esas también.... pero lo más grave era que como me habían operado de un quiste en el sacro, tenía que tumbarme boca abajo (que más bien era ponerme casi como a 4 patas... muy terrible) para poder mear. fue horrible...
    realmente, los hombres lo tienen muy fácil!
    qué bonico tu hombre que te lleva marranerías al hospi... :)
    respecto a lo de retocarse la nariz, a mi me pasa como a ti, que es un quiero y no quiero (más bien un medapánicolaoperación y, aunque no me diera, ahora mismo tampoco tengo el dinero, con lo cual) constante...
    muaks!!!
    LP

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  3. Y luego nos quejamos de nuestros hombres... jaja!!

    La verdad es que ante semejante situación yo hubiera preferido que mi hombre fuera sincero como el tuyo... joé, que si estamos feas, estamos feas y punto pelota!

    Mirándolo por el lado bueno... una vez recuperaras tu belleza natural seguro que tu hombre se volvió a enamorar de ti... y eso sí que es bonito jiji!!

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  4. Jjaaj viva el romanticismo y la sinceridad.

    Yo tambien me acuerdo de cuando te operaste. Lo de la anestesia es jodidisimo, yo me negué a hacer pis en la bacinilla esa, y por mis santos... que dije que me levantaba, y me levanté!, amossssss :)

    Besos.

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  5. yo también me acuerdo de tu peración jajjaja, no te hacia ninguna falta retocarla esteticamente, a mi me mola tu nariz de serie jejeje

    muak

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  6. ¡Jajajaja! ¡Es verdad! ¡Yo también me acordaba de esto! Y tú de caballuna nada, eh. De hecho me recuerdas bastante a una atractiva actriz de una serie de médicos, ya te pasaré el enlace.
    Bicos,
    Fani

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  7. yo quiero ver el enlace que te quiere pasar Fani!

    otra que se acuerda de tu operación, parte uno ;)

    fea de cojones!!!!!jajajja.. los que tiene él porque con semejante respuesta se arriesgaba mucho!!! jajajaja

    besos

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  8. Me parto!!!

    y la verdad es que me siento bastante identificada con el caso :s

    jejejeje

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  9. ¿En serio que ya había contado lo de la operación? madre mia, menudas lagunas tengo...bueno, hoy estoy de aniversario, así que puedo permitirme repetir!!!

    LP....ya lo he dicho muchas veces, soy de visualizar, así que no quiero ni imaginar esa posición a cuatro patas!!!!ahhhhhhh..........jajaja....ahhh!!y Fani, cuenta, cuenta,que a mí esto de los parecidos razonables, a los que tengo un aire, me matan!!!si yo te contara...............


    Besos

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  10. Buf, recuerdo cuando mi padre estuvo en la UCI, frente a la amenaza e la sonda, meo, ¡vamos que si meó!

    Besicos

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  11. Pues estarías para verte, jeje, esas situaciones son de lo más incómodas y toda la familia atenta a ver si meas o no... ¡me parto!

    Y de caballuna nada; tu nariz tiene personalidad, pero tienes una carita muy dulce. Ya le gustaría a la SJP esa... :-).

    ¡Besiños y buen finde!

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  12. Espero, de verdad, no tener que utilizar nunca una bacinilla...lo mismo que me resistí cuando era pequeña al orinal por las noches (cosas de abuelas)...mira, con lo de mear en el campo no tengo tanto problema ;))

    Enhorabuena por la decisión de seguir con tu nariz XD

    Bss!!! y buen finde...

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  13. Ostras, ayer se me ocurrió mirar si habías cambiado de blog y toma ya! Si llevas año y pico posteando.
    Con este en concreto, de verdad de la buena, he llorado de risa. Quizá mi embarazo de 7 meses largos tiene algo que ver (toooodo se magnifica, y sí, he tomado nota de lo de agárrate los machos que estamos de parto, pánico me da convertirme en una MAMÁ PESADA).
    Lo de la farruca contando a ver si meas ha sido demasiado, de verdad! Pero qué paciencia tienes! jajajajaja
    Me alegro un montón de tenerte de vuelta para fisgonear tus superentretenidas historietas.

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