Todo sucedió en Navidades. Mi primo había rescatado vídeos familiares inéditos de hace muchísimos años y estábamos todos expectantes por verlos.
Antes de detallaros el shock que supuso visualizarlos, os diré a modo de conclusión dos cosas. La primera, es que es curioso la realidad tan distorsionada que puedes tener de tu persona y la segunda, es que a los hechos me remito cuando digo que la moda es muy cíclica y todo vuelve.
Estábamos todos reunidos alrededor de una mesa. Navidades de los 90. El cámara iba enfocando uno por uno.

Hala, jajaja...mira, el abuelo está igual.
Mira, mira, la abuela!!!qué guapa!
Ayyy...mi S. qué guapo...¿ qué tendría 15 años? qué moreno...
Ese es G. Si sólo tenía 3años!, qué gracioso....qué simpático
...............
Jajajaja....y ¿ las batas de guatiné de las mujeres?
Tia M...qué pelos!!menuda permanente!!
Y mira G. no para de comer!!jajajajjaa...qué bueno....
Y mientras tanto..................................
Allí, en la esquina de una mesa, una pequeña personita de unos diez años cantaba una rumba (¡!) a la par que comía. Una persona con un peso corporal de unos 30 kilos. Si no fuera porque parecía formar parte de esa familia, diría que la habíamos invitado a cenar por Acción de Gracias.
¿Y esa? ¿ quién es la rumanita que canta?
¿Esa? ostras...¿esa es Moon?!!!buah............jajajajajajajjjajajaa..............
Qué fuerte....jajajajajajajajajaja......
Qué chunga......jajajjaajjajajaa.......
Hostia puta ( mi hombre dixit)
No era para menos. Mi prima de siete años no entendía nada. Miraba la pantalla, me miraba a mí, volvía a mirarme, miraba la pantalla. Era incapaz de asociar ambas imágenes. Es una pena ver cómo un mito puede caer tan rápido.- jajaja-Qué fea! -exclamó la criatura.
Quien diga que cualquier tiempo pasado fue mejor, miente.
Era extremadamente delgada, mis ojos eran como dos grandes platos redondos ( algo así como una Bob esponja femenina) y tenía el pelo larguísimo. Cuando digo larguísimo, es larguísimo. En la misma proporción que encrespado. Ni más ni menos ( qué favor hicieron a la humanidad las GHD). Para rematar mi look capilar, un flequillo cardado me cubría media cara. Mi vestuario
( outfit si hay alguna egoblogger por ahí) se complementaba con un jersey de máxima inspiración Gaultier. Un fluor look total, en tono amarillo no facilitaba mi necesidad de pasar inadvertida. Si a todo esto le añadimos que me encantaba chupar cámara, y darlo todo mientras cantaba y comía, aún no entiendo como los servicios sociales no intervinieron en mi infancia.

El segundo video no contribuyó a revalorizar mi imagen. Habían pasado dos años, pero se ve que estaba entusiasmada por mi cabellera y su encrespado. No me había cortado ni las puntas. En este caso, me encontraba de visita en un Parque Nacional de animales. Caminaba enfadada con un outfit en puro auge: jersey calado ( lo que viene a ser un jersey tipo ganchillo), unos jeans de tiro alto ( muy alto) y las Dr. Martins ( sin comentarios). De pronto, sin venir a cuento, y cuando el cámara estaba entretenido con unos monos, hace un cambio de plano y allí estaba yo, dándolo todo encima de una roca cantando el Saturday Night con coreografía incluida. Más me hubiera valido comer un poco más y quemar un poco menos. Mi autoestima actual lo hubiera agradecido.
Del tercer video, mejor no hablamos. Estaba enfadada ( otra vez), en bañador y con zuecos. Hubo un momento en que protagonicé una casqueta en toda regla ( con doce años.). Mi hombre tras recuperarse del susto, susurró algo así como que había cosas que no cambiaban, pero creo que mi mirada asesina hizo que no lo dijera demasiado alto.
Para mi alegría eramos unos cuantos primos más y el cámara decidió que ya era momento de dejar de grabar a la rumanita y dedicarse en exclusiva a mi primo de cuatro años, que en ese momento estaba en pelotas y sentado en el baño exclamaba cosas tales como: " Ayy amá, que no puedo, que no me sale", mientras saludaba a cámara.
Menos mal, que al menos, mal de muchos, ya se sabe....consuelo de tontos.
Feliz lunes
Fotos:pinterest